martes, 11 de mayo de 2010

Factores que intervienen en la adaptación


Como hemos comentado en otras entradas del blog, la relación establecida con la figura de apego, permitirá una adaptación más o menos corta, que será muy diferente para los pequeños según la edad. Al bebé de 4-5 meses le costará poco adaptarse al nuevo ambiente, ya que la figura de Apego todavía no se ha establecido totalmente.

Al bebé de 8-9 meses este proceso le resultará más difícil debido a la crisis de angustia por la separación de la madre o la figura de Apego que se consolida en este periodo de edad.
Entre los 18-24 meses se produce la llamada angustia de la convivencia, en esta fase para los niños y niñas la convivencia con otros compañeros de su misma edad le representa un conflicto, lo cual puede provocar reacciones agresivas hacia los demás y una búsqueda de protección por parte del adulto.
A partir de ahora el alumno descubrirá que no es el único en el mundo y que ha de aprender a compartir, no sólo juguetes sino también afectos y atenciones. Algunos de los síntomas de inadaptación pueden ser el llanto, la apetencia, el insomnio, problemas en el habla, etc.


Hasta ahora hemos hablado de lo que supone el inicio de la escolarización para los pequeños, hablemos de lo que puede representar para los padres, éstos normalmente suelen sentir angustia y sentimientos de culpabilidad, por la sensación que pueden tener de abandonar a sus hijos.


Estos sentimientos pueden provocar reacciones diferentes:

Desconfianza e inseguridad, enfrentamientos familiares, miedo a que no cuiden bien a sus hijos,

miedo a que el niño o niña se encuentre mejor en la escuela que en casa, pudiéndose crear

un conflicto de rivalidad entre madre o padre y educadora, miedo a que el hijo no sea aceptado por los compañeros o la educadora.


Una relación positiva entre el niño y la familia, ayudará a afrontar mejor la separación ya que se sentirá seguro del regreso al ámbito familiar.
Ha llegado ahora el turno de hablar de nosotras, las educadoras, para nosotras este periodo de adaptación también es difícil y necesitamos una buena preparación psicológica y física.

La educadora puede también experimentar sentimientos de inseguridad y desconfianza, que le crea el desconocimiento del nuevo niño o niña o su familia.

No podemos ignorar que esta es una época muy crítica y que necesita un esfuerzo, pero también una tranquilidad y serenidad profesional.

También podemos experimentar angustia ante la imposibilidad de no poder atender y llegar a todos los alumnos a la vez, lo que nos puede producir inseguridad personal, vencer todas estas dificultades ayudará a los padres y niños en la superación de este proceso.


La adaptación supone para cada uno de los colectivos afectados un gran cambio de ritmo, de relaciones sociales, que pueden provocar situaciones y actitudes conflictivas que la educadora debe superar y ayudar a superar, con ayuda del equipo educativo si fuera necesario.

Por todos estos motivos es muy importante facilitar y potenciar una buena relación y comunicación entre los padres y la escuela, basada en la participación y la colaboración.


Como véis la adaptación es un periodo muy importante...¿Lo considerais así vosotros también?, espero conocer vuestros comentarios al respecto.


Podeis leer un artículo sobre la adaptación en:


www.bebesangelitos.com/educacion/adaptacion-escolar.php



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