¿Cómo recuerdo a los bebés del siglo XX?, ¿Cómo son los del siglo XXl?, Realmente han cambiado, pero , ¿Hasta qué punto?.
Aunque todavía no me lo crea demasiado... puede que me ocurra como a alguna de vosotras o vosotros ... ¡Todavía me asombro al pensar que mi trabajo como educadora está transcurriendo entre dos siglos!... ¡Caray... dos siglos! y tan iguales y diferentes entre sí.
En los 90 comencé mi carrera como profesional de la educación infantil pública, aún recuerdo a aquellos bebés que se mostraban tranquilos y sorprendidos con todo lo que se les ofrecía y que podían estar horas con la misma actividad, al igual que sucedía con los otros grupos de edad, los de 1-2 años, los de 2-3 y finalmente con los de 3-4 que entonces estaban en nuestras escuelas.
Debido a la presencia de los más mayores, la escuela tendía a fijar su atención precisamente en ellos, girando a su alrededor la mayoría de las actividades que se planteaban, pero de un curso a otro nos encontramos con que este grupo de edad desapareció de los Jardines de Infancia para pasar a formar parte de los parvularios
Tras “sobreponernos” a nuestros miedos descubrimos realmente a los “otros mayores”, los de 2-3 años, lo que nos llevo progresivamente a observar con nuevos ojos a todas nuestras niñas y niños.
Los estímulos que ofrecíamos a los alumnos de 0-3 años fueron aumentando progresivamente a la vez que esas niñas y niños pequeños iban demostrando poco a poco una mayor necesidad de nuevas experiencias, de nuevas vivencias, de manera que todos nos fuimos adaptando a esas nuevas necesidades.
El ritmo frenético de nuestra sociedad, la incorporación de la madre a la vida laboral, la aparición de un nuevo modelo de familia, la incorporación en nuestra vida cotidiana de las nuevas tecnologías de la información, el mayor estrés sufrido por las futuras madres, el aumento de estímulos internos y externos que reciben nuestros alumnos hacen que cada día tengamos la sensación y podamos apreciar, ya desde recién nacidos, que el actual comportamiento de los bebés es diferente al de los bebés de hace 20 años.
Se muestran más inquietos, con necesidades constantes de cambio. Las actividades que antes ofrecíamos en edades superiores, ahora incluso los bebés son capaces de realizarlas.
¿Este cambio es positivo o negativo?, eso creo que dependerá de los ojos con que se mire. Por un lado el aumento del estímulo hace que el cerebro realice un mayor número de conexiones neuronales que favorecen los aprendizajes tempranos, lo que entraría dentro del proceso natural de maduración de cada niño y niña, si bien, según se administren esos estímulos puede ayudar o perjudicar esa maduración.
Pero no es menos cierto que estudios recientes nos hablan de los perjuicios que puede provocar el estrés de las madres en los comportamientos de los niños y niñas.
También he podido observar desde mi posición como profesional, que el exceso de estímulos, o dar estímulos no demasiado adecuados a la edad requerida , y sobretodo la falta del establecimiento de límites por parte adulto, también pueden provocar problemas en el comportamiento en los niños y niñas de hoy día.
¿Crees también que hemos cambiado?... Te invito a dejar tu opinión
Si quieres más información al respecto puedes leer el artículo " La educación en los nuevos tiempos" de la web de http://www.psicopedagogia.com/educación-actualidad
Para conocer los efectos negativos del estrés que padecen las futuras madres sobre los bebés podéis visionar el vídeo de "Redes: Educación Emocional desde el útero materno", os ayudará a entender algunos de los cambios observados en el comportamiento de los bebés en la actualidad.



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